Potencial de ahorro y eficiencia energética de la iluminación municipal. ¿Cuál es la situación del alumbrado público en España?
Según el artículo publicado por el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) el alumbrado público español tiene un importante potencial de mejora en todo tipo de municipios, sin distinción de tamaños poblacionales.
Muchas localidades españolas cuentan con un tipo de iluminación ineficiente y obsoleta. El parque de alumbrado público está formado en un 74% por lámparas de vapor de sodio de alta presión, un 23 % por vapor de mercurio y el 6% restante entre fluorescentes y otras.
Otro de los problemas característicos de la iluminación municipal es la mala focalización de la misma. A través del estudio se ha detectado que la iluminación de muchas zonas es inadecuada, ofreciendo mayor luminosidad de la necesaria y generando de forma adicional contaminación lumínica en determinados casos.
La renovación del alumbrado exterior de los municipios se puede abordar desde 3 criterios:
- sustitución de las lámparas existentes por otras tecnologías más eficientes
- mejora de la focalización de las luminarias y de la calidad del reflectante
- una mejor regulación del encendido y apagado, incluyendo la posibilidad de variar la cantidad de luz en función de las necesidades a lo largo de la noche.
Las medidas de mayor existo son aquellas encaminadas a disminuir la potencia instalada y a regular la misma, siendo el punto clave del ahorro y la eficiencia energética por el que Europa y España apuestan.
Las pruebas piloto que se han ido realizando en distintos municipios españoles, como Alcorcón o Soto del Real, sitúan el ahorro medio entre el 51 y el 82% debido al cambio de tecnología LED e inducción electromagnética.
La reforma, a día de hoy, no alcanza aún el 25% del parque municipal, lo que demuestra que aún queda mucho por hacer pero que nos encontramos en el camino correcto.
El cambio a tecnología de inducción electromagnética y LED es viable técnica y económicamente. Eliminan excesos de potencia consiguiendo de manera paralela no solo reducir la contaminación, sino también, el consumo eléctrico, el cual se estima en 3.629 GWh anuales. Al generar un ahorro permitirá ampliar el número de puntos de luz, pudiendo mejorar la seguridad de algunas zonas o iluminar puntos emblemáticos, monumentos y otros bienes del patrimonio cultural.